Programa de Gimnasia y Construcción de Equipos

Un camino estructurado hacia el desarrollo físico colectivo y la cohesión grupal a través del movimiento consciente

Cómo funciona nuestro método

Trabajamos desde septiembre de 2025 con grupos que buscan algo más que ejercicio rutinario. Nuestro programa integra gimnasia funcional con dinámicas de equipo diseñadas específicamente para entornos corporativos y comunitarios.

  • Sesiones presenciales de 90 minutos adaptadas al nivel del grupo
  • Ejercicios de coordinación que fortalecen la comunicación no verbal
  • Progresión mensual documentada con retroalimentación individual
  • Actividades que requieren colaboración activa entre participantes
  • Material de apoyo digital para práctica entre sesiones

No prometemos transformaciones milagrosas. Lo que sí ofrecemos es un proceso gradual donde cada persona encuentra su propio ritmo mientras contribuye al progreso del equipo.

Estructura del programa trimestral

Organizamos el aprendizaje en ciclos de tres meses porque la construcción de hábitos grupales necesita tiempo. Cada trimestre tiene un enfoque distinto pero todos comparten el mismo objetivo: crear equipos que se mueven mejor juntos.

Los grupos suelen comenzar en octubre o marzo. Esto nos da margen para evaluaciones iniciales sin prisas y permite que los participantes se adapten al ritmo antes de compromisos más intensos.

Mes 1: Fundamentos compartidos

Establecemos lenguaje corporal común y evaluamos capacidades individuales sin presión competitiva. Las sesiones son exploratorias.

Mes 2: Sincronización práctica

Introducimos rutinas que exigen coordinación entre dos o más personas. Aquí empiezan a verse patrones de colaboración natural.

Mes 3: Desafíos colectivos

Planteamos situaciones que solo se resuelven con estrategia grupal. El movimiento físico se convierte en herramienta de solución.

Grupo realizando ejercicio de coordinación en espacio amplio durante sesión de gimnasia

Lo que aprendes va más allá del gimnasio

Hace un par de años trabajamos con un equipo administrativo de Acapulco que nunca había hecho actividad física conjunta. Al principio, los ejercicios de espejo les parecían incómodos y forzados.

Para el segundo mes, algo cambió. No solo mejoraron su condición física individual, sino que empezaron a anticipar movimientos de sus compañeros sin instrucciones verbales. Esa capacidad de lectura mutua después se reflejó en sus reuniones de trabajo.

No todos los grupos experimentan esto de la misma forma, pero la mayoría reporta mejoras en cómo se comunican bajo presión. El cuerpo recuerda lecciones que la mente olvida rápido.

Experiencias de equipos anteriores

Retrato de Tadeo Fuensalida

Tadeo Fuensalida

Coordinador operativo

Nuestro equipo tenía problemas serios de coordinación en proyectos urgentes. Después de seis meses en el programa, notamos que las crisis se manejan con menos fricción. No sé si es coincidencia, pero algo cambió en cómo trabajamos bajo estrés.

Retrato de Elva Quintanilla

Elva Quintanilla

Gestora de recursos humanos

Lo más valioso fue ver personas que apenas se hablaban empezar a confiar físicamente una en otra. Eso no se enseña en talleres tradicionales. Las sesiones son exigentes pero nadie se siente expuesto porque todos avanzan juntos.